“Están locos. Sostienen que el vino es algo más que un líquido rojo, sedoso y brillante que brota una vez al año de un racimo de uvas. Y actúan en consecuencia. Son extremistas. No dan un paso atrás. Mantienen que el vino es un milagro, una parte esencial de nuestra cultura, y se obstinan en que cada una de sus botellas encierre el misterio de una tierra y unas uvas únicas; una luz, aromas, flora y fauna inimitables; una tradición e historia irrepetibles”. El país Semanal 11/07/2011
Si tomamos esta descripción como base, podríamos definir el Viñerón 2.0 como un auténtico manicomio, lleno de enamorados de la viña que encajaban perfectamente en esta descripción.
Durante las más de 5 horas que he estado probando vinos (VINAZOS más bien…) he tenido sensaciones muy parecidas a las que tengo cuando en los festivales me alejo de los grandes escenarios y me acerco a descubrir nuevas propuestas en los escenarios más pequeños. Todos los vinos eran merecedores del escenario grande, pero su perfil, más transgresor y alternativo y sobre todo sus limitadísimas producciones y su escasez obliga a que nos acerquemos al escenario pequeño si queremos disfrutarlos.
La mayoría de los vinos que he catado se elaboraban en zonas de las que tenía muchas referencias, pero estos “locos” trabajan de forma diferente tanto la viticultura como la enología, dejando a la naturaleza marcar el ritmo. Ésto hace que sus vinos resulten «distintos» y tengan, en todos los casos, algo nuevo que contar. Describen los mismos paisajes que otros vinos que conozco, pero lo hacen de una forma diferente, más auténtica, más pegada a la tierra.
Durante las 5 horas de Viñerón he podido probar vinos impresionantes como Issué de Bernardo Estévez, un vino que busca reflejar la fuerte personalidad de la variedad Lado, una de las castas tradicionales del Ribeiro. Espectaculares también los vinos de Xosé Lois Sebio: Hush y Salvaxe o los Muradella y Gorvia que elabora José Luís Mateo.
También me he encontrado con vinos “sorprendentes” como el Fincas que elabora Fernando González en su bodega Algueira un vino que recuerda a los tintos que se elaboraban antiguamente en el Salnés, tremendamente balsámico y mucho más atlántico que sus otros vinos, aunque para sorpresa, la más grande me vino de la mano de Samuel Cano y sus Patio, especialmente el blanco elaborado con la variedad Airén, no sabría como describirlo, un vino diferente, tal vez demasiado…
Otro vignerón con el que he disfrutado muchísimo ha sido con Dominik A. Huber y su bodega “Terroir al Limit” del Priorat, lo que claramente además de una marca es una seña de identidad. Escuché a Dominik una frase genial mientras probaba sus vinos. La persona que estaba a mi lado le preguntó cual era la razón de que ninguno de sus vinos llevase madera a lo que Dominik respondió con otra pregunta “¿tu crees que un árbol que ha crecido en el centro de Francia puede ayudar a explicar el paisaje del Priorato?”. Sobraba la respuesta…
Miguel Alfonso de Pedralonga, qué grande ese Vendetta!!!, grandes también los vendimia tardía de Annette Siegrist y Michael Wöhr o los vinhos de Joao Roseira de Quinta do Infantado o ese tinto de Quinta Couselo… y así podría seguir hasta los 50 vinos que he podido probar durante esas 5 horas mágicas…
Al final he vuelto a casa con una docena de botellas, vinos que quiero tomar con más calma y que os iré comentando a lo largo de las próximas semanas.
Aparte de lo que os acabo de contar, el viñerón ha resultado especial para mí porque me ayudó a recordar el momento en que se “despertó” mi interés por el vino, fue hace algunos (bastantes) años en el antiguo Pepe Vieira, me recuerdo pidiéndole a Xoan que me recomendase un vino “modesto” (en precio) porque en aquel momento no lo valoraba y no estaba mi economía para “gastar” demasiado. Xoan con acierto, me recomendó un Arrocal que he vuelto a probar en su casa otra vez este fin de semana…
Termino con una petición: Xoan, Mariano, esto se tiene que repetir el año que viene!!!
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PD: he tomado las fotos del facebook de María Fechoría y del blog de Mariano (MileurismoGourmet) porque las que tenía yo en el móvil desmerecían un poco…
Genial post, Enofílicos!!
Lo compartimos ahora en nuestro facebook y twitter.
Te esperamos el año que viene… prometemos más Viñerón!!
Un fuerte abrazo.
Gracias, yo todavía sigo disfrutando el viñerón, esta noche con un gabacho… Nos vemos en el próximo!
Yo tambien probe Issué y eso era un regalo de los dioses!!! Solo un vino pero como estaba!!!
Habéis visto la web de Issué?
Estuve indagando un poco más sobre esta joyita vitícola y creo que esta gente tiene las cosas bastante claras. Cuidan hasta el mínimo detalle. Impresionante!!!
Ahí os la dejo para l@s más curios@s.
http://www.latierrateloagradece.com
Y todos, Bernardo. Y todos por lo que ha salido de tus manos.
Gracias por la visita y los comentarios Juan Antonio, el fin de semana pasado los dioses me hicieron un regalo, me tomé la botella de Issué que adquirí en el viñerón y es una verdadera locura… Este fin de semana publicaré un post acerca de él.
Lo dicho, gracias por comentar y ayudar a que se conozcan los grandes vinos de Galicia…